Para ejecutar un servicio, el cliente debe entregar a Linguacom, siempre que sea posible y dependiendo del tipo de encargo, toda la información de que disponga así como material de soporte (vocabularios, glosarios, planos, esquemas, folletos, léxico propio de la empresa, etc.).
En los proyectos de traducción, Linguacom pide al cliente que el texto de partida sea correcto. Si se considera que el texto de partida entregado no es correcto o presenta defectos de forma, informará al cliente y le recomendará la corrección previa del documento, que se facturará aparte.
Si el cliente no quiere que se realice la corrección del documento, Linguacom no se responsabiliza de la calidad de la traducción.
En los proyectos de redacción, traducción, corrección o diseño gráfico es importante que el cliente dé instrucciones claras e inequívocas sobre el público al cual se dirige el proyecto, y la finalidad, estilo y formato que desea. De esta forma, el producto elaborado por Linguacom se ajustará al máximo a las necesidades del cliente y se evitarán revisiones que retrasarían y encarecerían el proyecto.